FUNDICIÓN
DE SAN LUIS
Sus
restos se localizan junto a la vía del ferrocarril de las
minas, a 4 km de distancia de Linares. Esta fundación inaugurada
en 1890, estuvo dedicada fundamentalmente a la obtención
de plomo para desplatación. En ella se trataba toda la producción
de Arrayanes, además de los minerales comprados por sus propietarios
a otras concesiones mineras de la zona. Fue una fábrica moderna,
polémica (por el peligro de los humos) y de corta vida, ya
que su cierre se produjo en 1919.
POZO DE SAN VICENTE (MINA SAN MIGUEL)
Es
el antiguo pozo máquina de la mina de San Miguel, situada
sobre el filón del mismo
nombre. Este filón, laboreado desde 1825, fue uno de los
más productivos de la comarca, ya que presentaba 2 m de anchura
y 1 m de metalización. Tal circunstancia hizo que el pozo
de San Vicente llegase a ser uno de los más profundos del
distrito minero de Linares: en 1910 sus trabajos extractivos alcanzaban
los 600 metros de profundidad y en 1939 tenía 658 metros.
Finalmente, entre 1956-1967, se realizaron trabajos de investigación
en profundidad del filón de San Miguel entre otros, y se
profundizó el pozo de San Vicente hasta 1008 metros, aunque
con resultados negativos. El 21 de Marzo de 1967, en el último
viaje de retirada de materiales para la paralización total
de la mina, se produjo la rotura del cable de la máquina,
ocasionando la muerte de seis mineros que circulaban por el pozo.
MINA
EL MIMBRE
Esta
mina, consideradacomo una de las más argentíferas
del distrito, se desarrolla sobre el filón El Mimbre, que
constituye la continuación del filón de San Miguel.
Está situada en el valle de La Garza, también denominado
valle de Las Lagunas, ya que la explotación del filón
produjo importantes hundimientos que han motivado la aparición
de depresiones que constituyen charcas de carácter estacional.
Estas "lagunas" aparecen alineadas en la Mina del Mimbre,
al seguir el filón.
LAVADERO
DE ARRAYANES
La
concesión de Arrayanes es la mayor y más productiva
de los resgistros mineros de la zona, con una longitud aproximada
de 6 kilómetros de filón principal, cuyas mineralizaciones
arman en granito, y varias decenas de pozos en explotación
en su momento de máximo esplendor, a finales del siglo XIX.
En 1749, la Hacienda Pública se hizo cargo de la explotación
minera, aunque en diversas etapas de su historia fue arrendado el
yacimiento, tanto en parte como en su totalidad. La explotación
tuvo fundición propia, en lo que se conoce como Cerco de
San Fausto y un ferrocarril minero para el transporte de material
y mineral entre pozos. El lavadero se encontraba en la zona media
del registro, recibiendo los materiales extraidos en los distintos
pozos de la concesión. En su momento fue considerado como
un lavadero modelo.
FUNDICIÓN
LA CRUZ
Esta
fundición es de las más antiguas y la que se mantuvo
en activo durante un mayor
período, entre 1825 y 1986, año en que tiene lugar
su clausura definitiva. Fue fundada por el marqués de Remisa
(como mina y fundición), que la conserva en propiedad por
un corto de espacio de tiempo, ya que en 1864 es adquirida por la
familia Neufville, que la mantiene hasta 1947, en que capital español
se hará cargo definitivamente de ella. En 1974 se dividen
en dos empresas: Fundición La Cruz y Minas La Cruz. Esta
última acabará su actividad en Febrero de 1991, por
lo que fue la última mina en activo de este distrito minero.
Como restos significativos que aún se conservan, cabe mencionar
la chimenea de humos, realizada por Antonio Conejero, alcanzando
una altura de 100 metros y finalizada en 1892. Actualemente mide
57 metros. También se preserva el pozo e instalaciones dedicado
a la elaboración de perdigones de diferentes tamaños,
asi como las viviendas de una antigua colonia para los empleados,
fundada en 1867. De la época francesa quedan algunas hermosas
casas, testigo fiel de la riqueza que debió generar esta
concesión minera.
POZO
DE LA UNIÓN
Forma
parte las concesiones mineras de La Cruz. El socavón de desagüe
de las minas enlaza con este pozo, que constituye actualemente el
único punto de acceso al mismo. Este socavón tiene
una longitud de 13,5 km y se construyó con la finalidad de
disminuir la altura de bombeo de las minas que atravesó,
ya que su profundidad media en la zona minera es de 200 metros,
drenando por gravedad hasta el río Guadalimar, en el paraje
conocido como Puente de la Quebrada. Junto al pozo puede apreciarse
la antigua escuela e iglesia del poblado minero.
MINA
DE POZO ANCHO
Esta
mina cuyo filón principal es prolongación del de La
Cruz, presenta indicios que permiten suponer que fue trabajada por
cartaginenses y romanos. Su explotación se abandonó
en 1842, cuando los trabajos alcanzaban las 100 varas de profundidad,
debido a que los problemas que ocasionaba el desagüe de la
mina. Siete años más tarde, en 1849, se pone de nuevo
en marcha gracias a la instalación (por parte de la empresa
inglesa The Linares Lead Mining Co. Limited) una de las primeras
bombas de balancín accionada por vapor, que permitió
llevar a cabo de forma barata y eficaz las labores de desagüe.
La profundidad máxima de explotación se alcanza en
el pozo de San Francisco, a 590 metros. El cierre definitivo tiene
lugar en 1931,
MINA
DE LOS ALAMILLOS ALTOS
Uno
de los elementos más característicos de esta antigua
explotación minera es la chimenea del pozo San Enrique, que
presenta una peculiar planta hexagonal. Este grupo minero, constituido
por quince concesiones, es uno de los más antiguos mencionados
en los registros mineros. La mina trabajó hasta 1910, en
que se cede a Explosivos Rio Tinto, realizándose actividades
posteriores tipo sacagenero.
La profundidad media de este criadero de unos 300 metros. Al igual
que en la mayoría de los pozos mineros de la comarca, actualmente
se bombea el agua almacenada en su interior para uso agrícola.
Gracias a la minería subterránea, el enorme volúmen
de huecos mineros generados en el batolito de Linares ha condicionado
el desarrollo de una importante capacidad de almacenamiento de agua
subterránea, que constituye actualmente un apreciado recurso
hídrico en la zona.
FUNDICIÓN
LA TORTILLA
Las
minas de La Tortilla fueron explotadas por una sociedad denominada
The Spanish
Lead, uno de cuyos socios, Tomás Sopwith, crea la fundición
de La Tortilla en el año 1875. Fue una empresa caracterizada
por unos adelantos técnicos muy importantes para su época,
estando a la cabeza del distrito durante buena parte de su historia.
Continuó explotando sus ricos yacimientos y tratando materiales
procedentes de otras minas del distrito. Su cierre se produce en
1967.
Puede considerarse el conjunto arquitectónico minero mejor
conservado, aunque por desgracia ha desaparecido la parte de colonia:
iglesia, colegio ... Dentro del recinto de la fundición puede
observarse la única torre de perdigones existente en el mundo,
asi como una amplia red de túneles para evacuación
de humos, propios de las técnicas de la época para
la recuperación del plomo volátil, también
conocido como "albayalde", que finalizan en dos chimeneas
de considerable altura.
MINAS
DE LA TORTILLA
Son
propiedad de la misma empresa antes citada. Las extracciones procedentes
de estas explotaciones contribuyeron a alimentar los trabajos de
la fundición de La Tortilla. Los restos que aún se
conservan, correspondientes fundamentalmente a las casas de máquinas
de vapor y las chimeneas, forman un conjunto muy típico de
la minería linarense, heredera y fiel reflejo del paisaje
minero de Cornwall, de donde se importa su tecnología y por
consiguiente su arquitectura. |